Gastronomía argentina
Cuando llegué a Argentina, sabía que iba a descubrir una nueva cultura, pero no esperaba que la comida fuera tan central. La gastronomía argentina no es solo una cuestión de sabores: es una forma de vivir, celebrar y hasta discutir en sobremesas eternas. Como belga, me fascina cómo acá todo parece girar en torno a la mesa.
En Bélgica, tenemos nuestros íconos: chocolate, waffles y las famosas papas fritas. Pero acá, las cosas son distintas. El dulce de leche es casi una religión, el asado una institución, y las empanadas un salvavidas en cualquier momento del día. Cada plato cuenta una historia, y después de tantos años, sigo aprendiendo a disfrutar y entender esta cocina que combina tradición, pasión y mucho más.
Del chocolate al dulce de leche
En mi país, el chocolate es nuestro orgullo. La forma en que se elabora, su textura perfecta y su fama mundial nos representan. Pero cuando probé por primera vez el dulce de leche, entendí por qué acá la gente lo pone en todo. Panqueques, alfajores, tostadas y hasta a cucharadas directamente del frasco.
¿La diferencia principal? En Bélgica, el chocolate es sofisticado, se disfruta como un lujo. En la gastronomía argentina, el dulce de leche es mucho más cercano: es el compañero de cada merienda, un símbolo de hogar. Y sí, aunque extraño el chocolate belga, debo admitir que ya tengo un frasco de dulce de leche reservado en mi casa.
Asados: más que una comida, un evento
El asado es otro capítulo especial en la gastronomía argentina. En Bélgica, la idea de una parrillada es funcional: cocinar rápido y disfrutar. Acá, es casi una ceremonia. Primero, la carne, de una calidad que no necesita muchas salsas ni condimentos. Después, la paciencia: horas de charla mientras se cocina lentamente.
El asado argentino no solo alimenta el estómago, sino también el alma. Es una excusa para juntarse, para reírse y, a veces, debatir acaloradamente. Como belga, al principio me desesperaba la espera, pero ahora lo entiendo: el asado es tan importante como el momento compartido alrededor de él.
Los rituales que adoptás
La gastronomía argentina no se trata solo de lo que comés, sino de cómo lo hacés. El mate, por ejemplo, me parecía un misterio. Todos tomando de la misma bombilla, pasando la calabaza con un ritmo casi matemático. Hoy ya tengo mi mate y me encanta compartirlo.
Otro ritual que adopté son las sobremesas. En Bélgica, la cena se termina y cada uno sigue con su día. Acá, quedarse horas charlando después de comer es casi obligatorio. Y aunque al principio me costaba, ahora disfruto esas charlas llenas de anécdotas y risas.
Una invitación al humor y a la mesa
La gastronomía argentina me enseñó más que sabores; me ayudó a entender la pasión de este país. Desde las empanadas que solucionan cualquier comida hasta el ritual del asado, cada bocado cuenta algo único.
✨ Si querés reírte de estas y otras anécdotas, vení a ver mi show de stand-up. En “El Belga Kristof”, te cuento cómo me adapté a esta cultura y sus sabores.
📅 Reservá tus entradas acá: Stand Up Club
👉 Descubrí más sobre mí y mis historias en elbelgakristof.com.
Descubrí Mi Mundo de Humor en Argentina
¿Te reíste con estas historias? ¡Esto es solo el comienzo! Podés llevarte más humor sobre la vida en Argentina leyendo mis libros o disfrutando de mi show en vivo en Buenos Aires.
Comprá mis libros y descubrí mis aventuras como extranjero en Argentina:
Conocé mis libros aquí
Vení a verme en mi show “Sí, Mi Amor Stand-Up”:
Reservá tus entradas ahora
No pierdas la oportunidad de vivir una experiencia única, llena de risas y reflexiones. ¡Te espero!